Edición especial religosa

Jesucristo y nuestro Presidente

Estaba el excelentísimo señor presidente de El Salvador Don Elías Antonio Saca González ofreciendo una conferencia de prensa en los jardines de Casa Presidencial cuando una pequeña sacudida da paso a un resplandor celestial: Es Jesucristo quien baja lentamente del cielo.
Nuestro Señor desciende ante la miraba impávida de Memín (léase el tipo que en todas los discursos y conferencias está atrás de Saca vestido con un inmaculado traje de marinerito) y se coloca a un lado del señor mandatario.
Jesucristo, enviado por Dios como hace dos mil años, susurra al oído de Saca.

Inmediatamente nuestro presidente, ni modo así es la democracia, se dirige a la multitud: “Jesús ha escuchado cada mensaje que he pronunciado donde siempre le pido bendiciones y hoy nos visita para agradecer nuestra lucha contra el terrorismo y la labor de nuestro Ejército en Irak".

Jesucristo toma el micrófono: (con una sonrisa de complicidad)

-Habitantes de esta tierra consagrada a mi nombre, ¿a acaso no es cierto que así como yo multipliqué el pan y los peces para dar de comer a los hambrientos este hombre (señala a Saca) ha aumentado el salario mínimo, le ha bajado al pasaje del autobús, ha construido el puerto de Cutuco y palea el hambre con la Red Solidaria?

-Un apabullante Sííííí, inunda los amplios jardines de la Casa Presidencial.

Jesús le guiñe el ojo a Saca y se dirige nuevamente a la muchedumbre: -¿No es cierto, que igual que yo anduve entre ladrones, este anda acompañado de ladrones?

-Sííííí, resuena de nuevo.

-¿No ha sido traicionado por la clase dominante, que hoy están bravos con él, así como yo fui traicionado por Judas y escupido por los judíos?

-Un nuevo Sííííí, suena al unísono.

-¿Se le conoce como el Mediático, como a mí se me conoció como el Mesías?

-Sííííí, vuelve a sonar con fuerza y emoción.

Están convencidos, replica Jesucristo.

Sí, contesta el pueblo.
(A lo lejos la barra de Norman Quijano inicia un rítmico “Sí se pudo, sí se pudo”.

-Irrumpe Jesucristo… ¿Están totalmente convencidos?

Otro Síííí resuena con fuerza.

Entonces, ¿qué esperan para crucificarlo?...

“Y la verdad os hará libres”.
Sagradas escrituras.