Ningún alumno es más que su maestro, pero en todo caso necesita graduarse. Mario Belloso necesitaba un “acto de graduación” para ser nombrado como el representante salvadoreño de la narco-guerrilla FARC-ERP, es así como nace aquel oscuro“5-J”.
Tras las revueltas en las afueras de la secuestrada Universidad de El Salvador, el tirador Mario Belloso, un miembro de los grupos de fachada del FMLN, realizó un viaje a Venezuela, donde sostuvo reuniones con círculos chavistas y bolivarianos, quienes lo trasladaron a los campos guerrilleros.
Marulanda lo recibió con un fuerte abrazo y unas utópicas palabras: “Camarada, hoy sí… la neorevolución salvadoreña ha comenzado”, a lo que el discípulo contestó: “Maestro, nos tomaremos Suchitoto, esa ciudad será nuestro bastión”.
Belloso permaneció un tiempo con su maestro, hasta que decidió regresar a El Salvador para iniciar la lucha, tal como lo prometió a su maestro.
Según la inteligencia internacional, Belloso se trasladó en una alcantarilla regional, una “narco-autopista” que atraviesa todo el continente, hasta llegar a El Salvador, donde pretendía iniciar la neorevolución.
(Próxima entrega: Alcantarilla guerrillera financiada por narcotráfico y petróleo chavista)
Tras las revueltas en las afueras de la secuestrada Universidad de El Salvador, el tirador Mario Belloso, un miembro de los grupos de fachada del FMLN, realizó un viaje a Venezuela, donde sostuvo reuniones con círculos chavistas y bolivarianos, quienes lo trasladaron a los campos guerrilleros.
Marulanda lo recibió con un fuerte abrazo y unas utópicas palabras: “Camarada, hoy sí… la neorevolución salvadoreña ha comenzado”, a lo que el discípulo contestó: “Maestro, nos tomaremos Suchitoto, esa ciudad será nuestro bastión”.
Belloso permaneció un tiempo con su maestro, hasta que decidió regresar a El Salvador para iniciar la lucha, tal como lo prometió a su maestro.
Según la inteligencia internacional, Belloso se trasladó en una alcantarilla regional, una “narco-autopista” que atraviesa todo el continente, hasta llegar a El Salvador, donde pretendía iniciar la neorevolución.
(Próxima entrega: Alcantarilla guerrillera financiada por narcotráfico y petróleo chavista)
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